LLevas años deseándolo, sin pensar siquiera que podría llegar a ocurrir. Lo has imaginado demasiadas veces, aún sabiendo que no pasaría. Un día, la noticia: ahí está. Pero, ¿es posible? ¿Yo? ¿Allí? No. No puede ser. Pues sí, ES.
Comienzan los días de espera interminable. Deseas que llegue ya. Que llegue el puto momento que aguardabas. Pero incluso la espera es dulce.
Por fin, el día del viaje. Largo. Interminable. Ya estás alli, sentada en la fría butaca, viendo como todo se va llenando, poco a poco, de gente con tantas ganas (o incluso más) de estar allí como tú.
Pasan las horas. Minutos. Segundos. Se hace eterno. Se apagan las luces. Música. Allí estás.
Piensas que no puede ser cierto. Tú, allí. No. Te pellizcas. Tienes ganas de llorar, pero ni las lágrimas te salen. Los ojos abiertos como platos, procurando no perderse ni un solo detalle de lo que vaya a ocurrir durante las próximas horas. Tardas en reaccionar, pero lo consigues. Sí, allí estás, cumpliendo un sueño que siempre habías sabido que NO iba a realizarse. Saltas. Gritas. Chillas. No te oyen, pero no te importa. Estás allí, eso es lo esencial. Estás allí, cumpliendo ese sueño, TÚ sueño, que no era tan irrealizable como creias.
2 comentarios:
los sueños que sabes que no vas a cumplir y luego...magia, son los mejores!
felicidades, x cumplir tu "No" sueño.
Espero que sigas cumpliendo sueños como ese :)
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