Lo he conseguido, aún no sé cómo pero ya está.
He hecho limpieza y lo he colocado todo como debería haberlo hecho en su momento.
Y aún mejor, ya sé para que sirve cada cosa, incluso aquellas cosas que uno tiene sin saber porqué, ni el dónde o cuándo de su aparición. Esas también están en su sitio.
Cada cosa tiene su espacio, y para ayudar a algunas les he puesto hasta un letrerito, para no confundirme nunca de ahora en adelante acerca de su uso o función.
Desde que he hecho esto estoy como más relajada, tranquila, y contenta. No digo feliz puesto que es una palabra demasiado grande.
Sólo hay un pequeño objeto fuera de su lugar, que por más sitio que busco no consigo encontrar el espacio adecuado para establecerlo.
Pero esto ya es otra historia que contaré algún día, ya que de momento no tiene ni pies ni cabeza ni hay por dónde cogerla, y ni siquiera sé a ciencia cierta si el objeto en cuestión es real o es producto de mi imaginación.
Yo no lo sé, tú no lo sabes, él tampoco.
Ni vosotros, ni ellos, ni ellas.
Y creedme cuando digo que es mejor así. Sí, mucho mejor.
Creo.
1 comentario:
:)
Publicar un comentario