El chorro de agua siempre caerá sobre la cuchara.

Últimamente todo me saca de quicio. Todo y todos. No aguanto a nadie.

No soporto la mitad de las cosas que los demás me dicen, ni siquiera los soporto a ellos. Estoy harta de todo.

Estoy cansada de tanto grito, de tanta prepotencia, de tanta chulería, de tanto mirar por encima del hombro, de tanto 'yo soy mejor que tú porque visto así, escucho esto y hago tal cosa', de tanta discusión, de tanto secreto, de tanto engaño, de tanta felicidad por parte de algún supuesto afortunado, de tanta soledad por parte de algún otro desgraciado (¿o será al revés?), de tanto mandar esto y lo otro y no aplicarnos el cuento, de tanta ignorancia, de tanta superioridad, de tanto niño adulto, de tanta madurez infantil, de tanta falsa belleza, de tantos 'modelos a seguir', de tantas comparaciones.

¿Por qué se supone que tú eres mejor que yo? y ¿por qué debería ser yo como tú?

¿Quién narices te crees que eres? Tú no eres mejor que nadie, solo eres un hipócrita más, que hace lo mismo que hacemos todos, que sigue la misma moda que seguimos todos, al que le gusta lo mismo que nos gusta a todos, que se comporta igual que nos comportamos todos. No das imagen de interesante por ir de diferente, sólo pareces lo que eres, una copia más. Que si, que tú esto no te lo pones, que al otro esto no le interesa, que yo no tengo nada que ver con el de más allá. Si claro. Ojalá fuéramos todos diferentes, pero es imposible, porque dejamos que nos manejen como quieren.

Y hacemos las cosas mal, aún pensando que todo va perfectamente.

El chorro de agua siempre caerá sobre la cuchara, mojando todo lo que se encuentre a su alrededor. Y no olvidéis que el agua tiene mucha fuerza, a veces incluso hace daño.